La Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) a través de todas las unidades médicas del Estado, identificaron tres casos nuevos sospechosos de viruela símica.
El primero de los casos de nueva notificación corresponde a un hombre de 34 años originario de Puerto Vallarta, con antecedente epidemiológico de contacto con extranjeros, quien el pasado 15 de junio inició con síntomas como fiebre, máculas, pápulas, pústulas y prurito, en cabeza, tórax y extremidades inferiores.
El segundo corresponde a un hombre de 30 años, residente de Zapopan, con antecedente epidemiológico de contacto con extranjeros, quien el pasado 16 de junio presentó fiebre, máculas en palmas plantas y tronco.
El tercer caso se trata de un hombre de 42 años, residente de Puerto Vallarta, con estancia temporal en EUA, quien arribó a México el pasado 23 de junio con síntomas como fiebre, máculas en cara y tronco, antes de llegar al país refirió contacto con una persona que manifiesta cuadro clínico similar.
A los pacientes se les indicó aislamiento domiciliario por 21 días y se les dará seguimiento epidemiológico. Se les tomaron pruebas que se enviaron al Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE), autoridad que deberá confirmar o descartar la infección.
Con esto al momento, Jalisco registra un total de cinco casos confirmados, tres casos sospechosos y dos casos descartados; adicional a ello la Secretaría de Salud Jalisco han atendido a 55 personas y están en seguimiento 52 personas.
Caso sospechoso se denomina a toda persona, de cualquier edad, con una erupción cutánea o de mucosas, aguda inexplicable que progresa desde la cara con extensión al resto del cuerpo y uno o más signos o síntomas: dolor de cabeza, fiebre de inicio agudo (> 38,5 °C), dolor muscular, inflamación de los ganglios, dolor en la espalda y fatiga o debilidad.
El virólogo José Ángel Regla Nava, investigador del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), de la Universidad de Guadalajara, explicó en conferencia de prensa alterna que la enfermedad tiene un periodo de incubación de siete a 14 días, y con un rango que oscila desde cinco hasta 21. Las personas no contagian la enfermedad durante este periodo, y ésta puede durar de dos a cuatro semanas.
Hay dos variantes del virus, y la gravedad de la enfermedad puede depender de la salud inicial del individuo, la vía de exposición y la variante del virus infectante. La variante del África Occidental se asocia con una enfermedad más leve, menos muertes y una transmisión limitada de persona a persona; en cambio, la de África Central suele devenir en casos más graves y la mortalidad es más alta.
Afortunadamente, los análisis de secuenciación masiva realizados por varios grupos de investigación de Portugal, Estados Unidos, España, entre otros países, han permitido confirmar que el virus que causa los brotes actualmente pertenece a la variedad de África Occidental, es decir, el pronóstico es más optimista, en el de África Occidental la tasa de mortalidad es menor a 1 por ciento; para el caso del África Central, es de aproximadamente de 11 por ciento; ambas no son comparables con las de la viruela humana, ya erradicada, que llegaba hasta 30 por ciento.
La buena noticia es que hasta el momento no se ha reportado una muerte asociada con los últimos brotes de viruela símica
La transmisión de persona a persona puede ser ocasionado por el contacto con las lesiones dérmicas, con los fluidos corporales o las superficies contaminadas, como la ropa de la cama. En este escenario, las personas con mayor riesgo de adquirir la infección van a ser los contactos que se dan en el propio hogar, si hay un enfermo, o los contactos estrechos fuera del hogar con una persona enferma.
Puede haber contagio por secreciones respiratorias; sin embargo, se requiere que el contacto sea estrecho. En viajes internacionales que pueden durar muchas horas, hasta el momento no se han reportado contagios, pero de todos modos en personas que no están infectadas se recomienda el uso de cubrebocas.
La enfermedad puede tener una duración de dos a cuatro semanas; Puede haber algunas complicaciones graves por sobreinfecciones bacterianas que se pueden manifestar, como sepsis, procesos bronconeumónicos, encefalitis, entre otras.
Hay vacunas, pero no están disponibles para la población en general, y va a depender de la evolución de la alerta la recomendación en torno a las vacunas.