El Centro Universitario del Norte (CUNorte) de la Universidad de Guadalajara aseguró que creó un modelo psicosocial pionero para la atención de impactos derivados de macroproyectos, esto derivado de la imposición de construir la Presa El Zapotillo en Los Altos de Jalisco, lo que provocó que habitantes de los poblados de Temacapulín, Acasico y Palmarejo presentaran afectaciones a su salud mental a lo largo de 16 años que duró el conflicto; mismo que encontró resolución con el actual gobierno federal, en el que se acordó con las comunidades que la megaobra se realizaría sin que las localidades fueran inundadas
Todo esto fue identificado por un equipo de atención psicosocial, integrado por investigadores de varios campus de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y comandados por el Centro Universitario del Norte (CUNorte), quienes realizaron el proyecto de investigación e incidencia “Abordaje psicosocial de las comunidades: Acasico, Palmarejo y Temacapulín, afectadas por el proyecto El Zapotillo”
Y es que a cinco años de que inició el conflicto, los pobladores vivían en estado de incertidumbre, preocupación, amenaza de desplazamiento forzado y en ese entonces aparecieron niveles altos de ansiedad, estrés y afectaciones a la salud en distintos términos, entre el 70 y 80 por ciento de la población de diferentes edades, desde niños hasta adultos mayores, presentaban niveles medios y altos de ansiedad; así como estrés postraumático acumulado, según explicó el doctor Gastón Gutiérrez Rosete Hernández, profesor investigador del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).
Añadió que también en los centros de salud aumentaron los niveles de consulta y que se identificó un desgaste del tejido social comunitario en el que incluso se generaron conflictos internos por diferencias en cómo percibir e interpretar esta situación y hasta influyó mucho la medida del Estado de estar comprando propiedades, en tanto había gente que se resistía en hacerlo por participar en la defensa de su territorio.
Sin embargo, hoy, a 16 años del conflicto, aseguró que la población busca continuar en la recuperación de su cotidianidad y en la reconstrucción de las relaciones sociales.
En el proyecto de investigación al que se llegó a estas conclusiones participaron diez investigadores consolidados, dos emergentes y 40 estudiantes y académicos del CUNorte y el CUCS.
La doctora Susana Hernández Arias, investigadora del CUNorte y post doctorante del proyecto, dijo que de 2022 a la fecha se han intensificado las actividades de estudio y atención psicosocial en Temacapulín, Acasico y Palmarejo; éstas van desde reuniones, visitas casa por casa, actividades lúdicas para todas las edades, desde infantes hasta adultos mayores, entre los que se encuentran tendederos, cuentacuentos, obras de teatro, juegos de lotería para preservar conocimientos de la tradición oral, recorridos etnográficos, acompañamientos en las fiestas populares y más, son parte de los trabajos que han realizado los expertos en la zona.