La Fiscalía Especial Regional del Distrito II con sede en Tepatitlán de Morelos, logró vincular a proceso a un hombre y una mujer que se encuentran señalados en la probable comisión de los delitos de abuso sexual infantil, prostitución y corrupción de menores, en agravio de una adolescente, quien es hija de la detenida.
Inocencio G. y María Teresa G., los cuales ya enfrentan un proceso penal por los ilícitos ya señalados, permanecerán en prisión preventiva oficiosa por un año, como medida cautelar solicitada por el Ministerio Público, ante la gravedad de los hechos y para mayor salvaguarda de la víctima.
De las pesquisas se desprende que desde el año 2017 al 2021, la ofendida, quien es menor de edad, estuvo sujeta a sufrir abuso sexual presuntamente por parte del imputado Inocencio G., quien en acuerdo con la madre de la víctima, le pagaba en efectivo las cantidades de 3 mil a 3 mil 500 pesos para que le permitiera consumar estos actos contra la menor, incluso se confirmó con las pesquisas que María Teresa G. vestía a su hija adolescente al gusto de Inocencio G., además de que presuntamente la drogaban para que el sujeto consumara el agravio. También se acreditó maltrato físico de parte de ambos estos hechos sucedieron en Tepatitlán.
La Fiscalía Especial Regional del Distrito II con sede en Tepatitlán de Morelos recibió la denuncia del caso, por parte de una familiar de la víctima, de inmediato realizó investigaciones y se obtuvieron datos de prueba que acreditaron la probable responsabilidad de la pareja en los hechos ya narrados, por lo que se solicitó un mandamiento judicial en su contra por abuso sexual infantil, prostitución infantil y corrupción de menores, todos estos delitos con agravante, mediante la cual fue capturada en dicho municipio.
Inocencio G. y María Teresa G. quedaron a disposición del Órgano Jurisdiccional quien consideró que los datos de prueba aportados por el Ministerio Público eran vastos y dictó la vinculación a proceso contra dichas personas, en los términos ya señalados, mientras que la ofendida, menor de edad, se encuentra a salvo y recibiendo la atención integral que se ofrece a las víctimas de estos casos, entre ella psicológica, con el apoyo de las instancias correspondientes.