Recordando lo que pasó con Andrés Manuel López Obrador cuando se dobló ante Trump en su encuentro en la Casa Blanca, al enviar elementos del ejército a la frontera con Estados Unidos, hoy Claudia Sheinbaum se dobla, otra vez, ante el mismo sujeto, Donald J. Trump y hace que la Presidente de México envíe soldados mexicanos a la frontera para «designados especialmente para detener el fentanilo y la entrada de migrantes al país (Estados Unidos).
El Presidente de Estados Unidos calificó la llamada como muy amistosa y a cambio, dijo que los aranceles se van a detener inmediatamente un mes, periodo en el que se van a tener conversaciones con el Secretario de Estado, Marco Rubio.
Mientras tanto, Claudia Sheinbaum también aseguró que «Estados Unidos se compromete a trabajar para evitar el tráfico de armas de alto poder a México» y que » los equipos empezarán a trabajar hoy mismo en dos vertientes: seguridad y comercio».
Es importante señalar que en este mes de febrero, se comercializan grandes cantidades de productos mexicanos como el aguacate, que se consume con motivo del «Super Bowl», que se llevará a cabo justo esta semana, el próximo 9 de febrero, entre las águilas de Filadelfia y los jefes de Kansas, lo que en suma podría significar grandes pérdidas e incremento en los costos de comercio para Estados Unidos.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) aseguró que la imposición definitiva de aranceles del 25% por parte del Gobierno de Estados Unidos a las exportaciones mexicanas, representa una amenaza directa para la competitividad de Norteamérica y la estabilidad económica de nuestro país, donde esta medida unilateral genera incertidumbre, afecta el comercio regional y compromete la integración productiva que ha permitido el crecimiento compartido durante décadas.
Señaló que el encarecimiento de los productos debido a estos aranceles perjudicará a consumidores y empresas en ambos lados de la frontera. En el caso de México, el tipo de cambio podría verse presionado, generando volatilidad financiera y obstaculizando el crecimiento. A su vez, los bancos centrales enfrentarán dificultades para reducir tasas de interés, prolongando un entorno restrictivo para la inversión y el comercio.